viernes, 29 de octubre de 2010

Catorce gotas de mayo

Aprovechando que es Halloween, os traigo un libro con una temática acorde con la época en la que nos encontramos. "Catorce gotas de mayo", de Berta Vias Mahou.

Se trata de una novela juvenil, y en este caso coincido plenamente con esta clasificación. A veces me ha ocurrido que estando aún en edad de leer libros infantiles, prefería entretenerme con libros juveniles, y ya de adolescente me enfrascaba en lecturas que solo los adultos podían entender.

Curiosamente, cuando hablaba de alguna de estas últimas obras con algún adulto que la conociera, me daba la impresión de que lo que aquella persona obtuvo del libro eran letras y frases en lugar de conceptos e ideas a veces solo sugeridas.

No quiero decir con esto que las clasificaciones estuvieran mal, sino que cada persona madura a un tiempo y de un modo distinto, y esas clasificaciones que tan férreamente nos imponen en el colegio o a veces en casa, no son sino algo orientativo. Yo no era más madura que cualquier niño de mi edad, no nos engañemos. Pero sí había profundizado suficiente en los libros para que nos me sintiera satisfecha con lo que me ofrecían.

Curiosamente, conocí a esta autora en la sala de exámenes de mi colegio. La trajeron para que promocionara su nuevo libro, uno más acorde con la edad que teníamos por aquel entonces. Pero inevitablemente terminaba siempre comentando algo de "Catorce gotas de mayo". Se suponía que debíamos comprar el otro libro, pero todos nos habíamos sentido intrigados por la trama del primero.

Me lo dedicó la autora, que me ha prohibido hacer la ouija sin su permiso. ¿Por qué? Muy sencillo: "Catorce gotas de mayo" gira en torno a una chica que se ve envuelta en el mundo del espiritismo y el esoterismo. Que vive en su propia piel junto con sus amigos un asesinato mientras su abuelo lleva una sesión de espiritismo, y a partir de ahí las muertes se empiezan a suceder.

Uno tras otro, van cayendo. Y esta chica de catorce años se ve atrapada entre dos mundos. El mundo de la lógica, que le dice claramente que esos fenómenos paranormales son completamente imposibles; y el de la fe en las enseñanzas de su abuelo, que hace que dude, que investigue... que intente abrirse un poco a todas las posibilidades, aunque no esté convencida de ellas.

Me encantó la chica protagonista, no era nada que yo hubiera visto antes. Una chica que prefiere hacernos su retrato fantasma en lugar de uno robot. No da importancia a las descripciones físicas, no le interesan. A mí tampoco me interesó, era más interesante lo que tenía que contar de cada persona. Tampoco sus intereses son corrientes... en fin, lo veréis si lo leéis.

El conflicto eterno de la lógica y lo paranormal, no se resuelve aquí. Como todo en esta vida, hay encontronazos entre ambos, personificados a veces por la propia protagonista, que desea creer, pero no puede. Aunque sí que descubre el mayor fenómeno paranormal: el amor.

Lo retratan sin aspavientos, entra y pasa casi de puntillas, para terminar coronando esta obra de una forma sencilla pero no por ello menos hermosa.

La principal razón por la que disfruté de este libro es porque no tiene grandes expectativas, es una historia de una chica sencilla, contada de un modo sencillo y divertido. Todo rodeado del misterio y la intriga que solo poseen los asesinatos y el mundo de lo incorpóreo, lo invisible. Lo intocable.

Puedo decir que me divertí mucho con este libro, y lo releí varias veces, aún no me canso de él. Quizá ya no me llene del modo en que lo hacía antes, porque todos cambiamos.

Ya se sabe, la materia ni se crea ni se destruye, pero se transforma a pesar de todo y de todos.

jueves, 14 de octubre de 2010

Musashi 1: La leyenda del samurai


Desde siempre me han gustado las artes marciales. El año pasado por fin conseguí convencer a mi madre que me apuntara a kendo y kárate (ya soy cinturón verde en ambas disciplinas). Poco después de comenzar con las clases, oí decir a mi hermana que se había comprado un libro acerca de Musashi Miyamoto, un samurái que había existido de verdad. Según ella, Musashi no utilizaba la tradicional katana para luchar, sino con dos bokken (nombre técnico de las espadas de madera), lo que no evitó que se convirtiese en el samurái más famoso de la historia. Como podréis imaginar, no pude resistir la tentación y comencé enseguida.

Musashi I: La Leyenda del samurái es el nombre bajo el que la edición española ha recogido los tres primeros libros (Tierra, Agua y Fuego) que componen la heptalogía original. El resto se encuentran repartidos entre Musashi 2: El camino de la espada (Viento y Cielo) y Musashi 3: La luz perfecta (Sol y luna y La perfección absoluta).
Musashi Miyamoto no empezó su historia con ese ilustre nombre, sino con el de Takezo, quien con solo 14 años se vio obligado a participar en la guerra civil de Japón. Dos años más tarde la guerra termina y Takezo puede volver a Miyamoto, su ciudad natal. Sin embargo, lo toman por un forajido y criminal. Perseguido, conoce a Takuan, un monje que con sus enseñanzas será quien dirija a Takezo hacia el samurái de la leyenda que hoy todo Japón conoce.
Musashi, al ser un aprendiz de samurái, tiene que aprender el camino de la espada, que no solo consiste en un dominar determinadas técnicas y movimientos con la katana, sino en la filosofía de la vida, la concentración y en la reflexión de cada uno de los movimientos o elecciones que una persona que siga a lo largo de su vida.

Eiji Yoshikawa supo plasmar de forma excepcional las personalidades de cada uno de los personajes. Con ellos te ríes, reflexionas, te preocupas, incluso lloras… Son muy fáciles de imaginar porque son personas normales, sencillas y tomadas de la vida cotidiana. También sabe describir con claridad no solo el hermoso y tradicional paisaje japonés, sino también los escenarios más pobres, ya que Musashi es un ronin, un samurái sin amo, que aunque viaja a lo largo de todo el bello país del sol naciente, apenas consigue dinero para comer y dormir bajo techo… Y la verdad es que no que no me sorprende que en temas de aseo personal sea un cero a la izquierda (digamos que no tiene muy buena suerte en la ducha).
Pero no vayáis a pensar que el libro plasma únicamente la vida y viaje de nuestro héroe.
También nos habla con detalle de las motivaciones y sentimientos de antagonistas como la vieja Osugi, el tío Gon o Kojiro Sasaki (gran espadachín y maravilloso personaje, posiblemente el mejor en ambos campos junto con el propio Musashi) y compañeros de fatigas como el monje Takuan, Matahachi, el pequeño Jotaro y, cómo no, Akemi y Otsu, dos muchachas encantadoras (cada una a su estilo) y que jugaran al igual que los demás, un papel esencial en la vida de nuestro héroe.
Como dato de interés, os diré que esta es la saga en la que el mangaka Takehiko Inoue se basó para crear su obra más famosa: el manga Vagabond.
Lo reconozco, no soy una persona especialmente dada a la lectura. Mi hermana suele decir que es porque me cuesta encontrar libros que cubran todas mis expectativas. Sin embargo, Musashi me ha sorprendido gratamente. Soy muy dada a encontrar defectos en todos los libros que llegan a mis manos, no importa las buenas recomendaciones que los acompañen. Sin embargo, no soy capaz de nombrar un solo defecto de esta obra en concreto. Realmente recomendable tanto para aquellos que quieran pasar un rato agradable con una novela de aventuras fácil de leer, o para los que simplemente quieran disfrutar de un buen libro.
Por mi parte, no puedo esperar a leer la continuación.
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