martes, 3 de abril de 2012

Los juegos del hambre

La famosa trilogía de Los juegos del hambre, de Suzanne Collins está considerada como una novela de ciencia-ficción para adultos jóvenes. Pronto estrenarán una película sobre el primer libro, que da nombre a la saga.

La acción está situada en algún momento no especificado del futuro, en una nación llamada Panem, con capital en el Capitolio. Panem es un país dividido en 12 distritos, anteriormente 13, pero este último fue destruido tras una misteriosa rebelión fallida que llevó a los miembros del Capitolio a establecer los Juegos del Hambre. Una vez al año, se escogen a un chico y una chica de cada distrito y se les lleva a un lugar inhóspito, donde intentarán sobrevivir mientras se asesinan los unos a los otros hasta que solo quede un ganador.

Este espectáculo es retransmitido por televisión y de obligada visión en cada hogar del país, para asegurarse que todos contemplan el control férreo de la dictadura a la que están sometidos y prevenir así nuevas rebeliones. Cuando una niña de solo 12 años es escogida para participar por el distrito 12, su hermana mayor decide reemplazarla. Katniss hará lo posible para mantenerse con vida y, de paso, intentará salvar a su compañero de distrito, Peeta, mientras en casa la esperan su familia y su amigo Gale.

Volúmenes de la saga

En primer lugar, nos gustaría plantearnos cual es la finalidad real de estos Juegos. Según la protagonista, el fin es demostrar que el Capitolio tiene control total sobre la población y hacer que el temor por perder a sus hijos impida que el pueblo se rebele; pero si ya se los arrebatan, ¿qué tienen que perder? Del mismo modo, no se sostiene la idea de que los resultados sean amañados, ya por el uso de teselas (aquellos que no tienen suficientes recursos compran comida al Capitolio a cambio de que su nombre tenga más posibilidades de salir elegido) o por capricho. ¿Por qué hacerlo? ¿Qué gana el Capitolio con ello? Y lo principal, ¿por qué Juegos del Hambre? En ningún momento se explica por qué reciben ese nombre.

En segundo lugar, nos gustaría hablar de los personajes. Parece obligatorio centrarse en los tres "protagonistas", quienes, para variar, forman uno de los triángulos amorosos tan en boga últimamente. Triángulo muy forzado: Peeta y Katniss jamás habían intercambiado una palabra antes de los Juegos, aunque él ya la amaba profundamente. Ella, por su parte, simplemente se dedica a seguirle el juego a Peeta para contentar a la audiencia y seguir sus favores. Mientras, su relación con Gale ha sido siempre de amistad y jamás se habían planteado lo contrario hasta que llegó Peeta. Para más inri, el susodicho triángulo ni siquiera se desarrolla, razón por la que quizás la autora debiera habérselo ahorrado.

Siguiendo con los personajes secundarios, de los veinticuatro participantes solo ocho tienen nombre y una, apodo. Esto no solo ocurre con estos chicos anónimos: hay una cantidad demasiado grande de personajes, pero poquísimos tienen nombre. Ni siquiera los padres de Katniss parecen tenerlos. Con esto se entiende que los personajes están muy poco desarrollados, tan sumamente poco que no merece la pena ni buscarles un nombre. Además, son muy planos y la impresión que Katniss tiene de ellos es siempre acertada: Si tienen aspecto astuto, son astutos; si parecen brutos, lo son; si le resultan agradables, aunque no haya hecho nada para parecerlo, serán una buena compañía y, casualmente, revolucionarios que luchan por la libertad del pueblo oprimido.

Todo esto viene a ser una prueba de algo que durante todo el libro se encargan de demostrar continuamente: tenemos una protagonista perfecta. No solo es una muy buena juez del carácter ajeno, también es una superviviente, es natural y sincera, no se anda con rodeos, siempre hace lo correcto, muestra su generosidad sacrificándose por su hermana (aunque no le importe ser cruel con su madre y humillarla antes de partir). Por si fuera poco, cuando canta, los pájaros callan para escucharla. Tiene un gran don para hacerse querer y convertirse en todo un símbolo de la revolución.

Sin embargo, presenta una modestia muy falsa. Se sabe con unas cualidades de cazadora superiores a las de cualquiera de sus contrincantes, pero se asombra de recibir una buena puntuación por ello. Con todo, detesta encontrarse con que alguien tiene una cualidad de la que ella carece y no deja de mortificarse al respecto.

En cuanto a Peeta, no hace más que estar enamorado de Katniss desde el principio y sacrificarse por ella. En los dos primeros libros no presenta ningún cambio, hasta que, ya en el tercero, es víctima la crueldad del Capitolio. Sin embargo, a penas se muestra este cambio y pronto vuelve a su estado original de enamorado.

Gale es un desconocido en los primeros libros, y en el tercero se nos muestra en una nueva faceta de soldado, muy similar a la de cazador que ya conocíamos. Realmente no hay más que decir.

Dos de los personajes más queridos de esta saga son Prim y Rue. Prim es la hermana pequeña de Katniss, a la que adora y que a su vez se hace querer por todos los que la rodean por su dulzura. Rue es una chica que participa en los Juegos del Hambre con Katniss, quien no puede evitar ver a su hermana en ella. Estos dos personajes están creados conmover al lector, como símbolo de hasta dónde llega la maldad del Capitolio. Pero se les dedica tan poco tiempo que resulta difícil encariñarse con ellas más que utilizando nuestra propia imaginación.

A todo esto, no entendemos cual es la función exacta del símbolo del Sinsajo que luego Katniss representa. Conocemos su origen como emblema de la revolución, pero no deja de ser más que un cúmulo de casualidades sin relación, sin un significado más profundo y cuya mayor importancia es el márketing.

Es una lástima que una idea que en un principio parece tan atractiva y que podría catalogarse fácilmente en el género adulto y de aventuras, todo esto se pierda debido a la aglomeración de temas que se tocan. Son tantos que no da tiempo a desarrollar apropiadamente ninguno de ellos, siendo el que cobra mayor protagonismo en todos los libros el de la moda y la estética. Toda una contradicción teniendo en cuenta los ideales que la autora parece querer ensalzar. ¿No es contradictorio que si se hace una crítica a la obsesión por la moda se escriban más de ochenta páginas seguidas sobre depilación, maquillaje y vestuario? O que se condene la obsesión por la delgadez cuando este es uno de los punto fuertes de Katniss.

A lo largo de la lectura se puede apreciar la similitud de la historia con otras más o menos conocidas por el gran público, desde el mito de Teseo y el minotauro hasta libros de Stephen King, pasando por películas de culto como Battle Royale. A pesar de esto, una de las características más apreciadas de esta obra es, según se dice, su originalidad. Junto con esto, debemos admitir que se trata de una obra muy entretenida y de fácil lectura que entusiasmará a muchos jóvenes y a todos aquellos que quieran pasar un buen rato disfrutando de una amena lectura.

Quizás si no lo hubieran vendido como un nuevo estilo de novela nunca visto hasta ahora, no nos hubiera decepcionado tanto. Con todo se trata de una excelente oportunidad de introducir a los más jóvenes en el concepto de novela distópica.
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