viernes, 24 de octubre de 2014

El joven Goodman Brown

No es la primera vez que aparezco por aquí con algún relato corto del impresionante Nathaniel Hawthorne, pero todos aquellos que hayan leído algo suyo estarán de acuerdo conmigo en que sus historias merecerían ser reseñadas una por una. En esta ocasión tengo el placer de presentaros El joven Goodman Brown, un breve cuento que se ganó muy buenas críticas por parte de sus contemporáneos y que hoy en día sigue siendo uno de los relatos favoritos de muchos de los grandes aficionados a la literatura de terror. 

Goodman Brown es un hombre confiado que vive con su esposa Faith dentro de la comunidad puritana de Salem. Una noche, a pesar de los ruegos de Faith, se interna en el bosque para encontrarse con un hombre de aspecto corriente que guarda cierto parecido con el propio Goodman, aunque su naturaleza parece ser ciertamente diabólica. Este desconocido le ofrece su cayado en forma de serpiente, que guía a nuestro protagonista hasta una serie de revelaciones que le hacen dudar de la buena fe de su comunidad e incluso de la bondad de su propia esposa. 

Al tratarse de una historia bastante corta y de planteamiento simple, resulta difícil hacer un resumen sin contar prácticamente todo lo que ocurre, especialmente las visiones de Goodman Brown. Durante toda la historia se mantiene la duda de si lo que ha visto es la realidad o un mero producto de su imaginación, pero lo cierto es que Goodman Brown termina la experiencia como un hombre completamente cambiado. 

Toda la historia es una hermosa y espeluznante alegoría que empieza con los nombres de los protagonistas, Goodman y Faith, que sin duda representan la esencia de estos personajes. También es visible en el proceso de internamiento en el bosque, que suele simbolizar un proceso de aprendizaje y la pérdida de la inocencia, como ya ocurre en varios cuentos clásicos como Caperucita Roja, Hansel y Gretel, etc.

Uno de los temas principales que se abordan durante todo el cuento es la corruptibilidad del alma humana. Goodman Brown observa cómo uno a uno, aquellos a los que creía más piadosos y admirables dentro de su comunidad, resultan ser muy diferentes a aquello que proclaman. La fe que profesan es solo aparente y no parecen albergar buenos sentimientos en su interior.

Nathaniel Hawthorne
Personalmente la impresión que me ha dado ha cambiado mucho con el tiempo. Leí este cuento hace un par de años, junto con otros cuentos breves del mismo autor y siempre he pensado que lo importante era saber si las visiones de Goodmman Brown eran reales no. Sin embargo, al preguntarme mi madre por el relato y verme obligada a simplificar toda la trama, caí en la cuenta de que no era así. Lo importante es el cambio. Goodman Brown pasa de ser un hombre que solo ve la bondad aunque solo sea aparente, para ser un hombre huraño que desconfía de todo y todos, incapaz de ver lo bueno en cada uno de nosotros.

A pesar de todo, el demonio del bosque consigue su propósito: Goodman ha perdido su propia esencia, se ha perdido a sí mismo... y ha perdido la fe, personificada en su esposa. Ha pasado de un extremo a otro.

Es interesante, como en la entrada anterior, observar la propia vida de Nathaniel Hawthorne para entender sus escritos. Su bisabuelo fue uno de los jueces que condenaron a veinticinco mujeres en los famosos juicios de Salem, el mismo lugar en el que se sitúa la historia. Incluso uno de los personajes que aparecen, Goody Cloyse, fue una de las condenadas en aquellos juicios. Quizá este relato no sea más que un intento de reconciliarse con este pasado que tanto lo atormentó, intentando entender que su propio antepasado no era ni una persona intachable ni un hombre cruel. Solo un hombre, con su parte oscura y su parte bondadosa.

En definitiva, tras leer este relato os quedaréis con esa pequeña tensión símbolo de alerta constante. Todos nos sentimos un joven Goodman Brown que acaba de volver del bosque a casa, mirando a todos nuestros seres queridos sin estar seguros de conocerlos de verdad. 


4 comentarios:

  1. Un acierto tu elección. En mi opinión, uno de los mejores relatos de Hawthorne
    Saludos

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario, Manuel. Es sin duda un relato que tiene mucha miga y siempre es difícil expresar la propia opinión sin hablar de todo lo que ocurre, pero me alegra saber que no soy la única aficionada a estos relatos.

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  2. "I've lost my Faith!"

    Creo que este grito condensa bastante bien toda esta fantástica historia.

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