sábado, 17 de octubre de 2015

La araña

En un pequeño hotel parisino ocurre un hecho extraño: tres hombres se han suicidado en la misma habitación. En ningún caso se encontró ningún tipo de nota, ninguno de los tres hombres tenía aparentes motivos para quitarse la vida (el tercero fue el agente que investigaba las muertes anteriores), los tres se han ahorcado con el cordón de la cortina, y lo que es más curioso: los tres se quitaron la vida en sábados sucesivos a la misma hora. Tras esto, la habitación queda vacía hasta que un joven estudiante, ante la promesa de alojamiento gratis si coopera con la policía en la resolución del caso, vuelve a llenar la habitación. Pero en lugar de buscar pistas, el estudiante prefiere observar a la bella joven que hila en el edificio de enfrente y, también, a las arañas que vagan por la habitación.


Las arañas son unos de los seres más escalofriantes que se me ocurren. Ya sea por su inquietante apariencia, su forma de moverse, o la posibilidad de recibir un pinchazo de un aguijón ponzoñoso, la mayoría de los seres humanos preferimos evitarlas en la medida de lo posible.

No es, por tanto, de extrañar que hayan inspirado el relato que hoy presentamos, La araña. Sin embargo, para mi sorpresa, esta criatura apenas está presente físicamente en el relato. La mayor parte del mismo son las anotaciones que el estudiante lleva a cabo en su diario, donde cada vez ocupa más páginas la joven hilandera a la que románticamente se refiere como Clarimonde. Aún así, la presencia, por escasa que sea, del mencionado artrópodo, enriquece enormemente la atmósfera inquietante y desapacible que se vive en el cuarto del estudiante, por mucha importancia que este quiera restarle.

Su obsesión por Clarimonde, lejos que parecer enternecedora, no deja de ser indicio de que realmente algo sobrenatural y oscuro ocurre, más aún si prestamos atención a la condición de hilandera que une a Clarimonde con el venenoso animalillo (para más inri, la raiz de la palabra "araña" en alemán, "Spinne", es la misma que "spinnen", hilar).

Con una obra tan recomendable, alabada por el mismísimo Lovecraft, no hay sino que lamentar que la producción de su autor, el germano H. H. Ewers, quien además hizo importantes aportaciones al cine surrealista de su país, se haya visto marcada por su afinidad con el partido nacionalsocialista. A pesar de ello, creo que es una pena que una producción se pierda por motivos ajenos a su calidad que, en este caso, es bien remarcable.

6 comentarios:

  1. Hola Violeta ;)
    No conocía aún a este autor pero esta entrada me ha gustado mucho, y lo sugerente que es este relato me ha hecho tener que buscar información sobre el autor. Si consigo hacerme (de alguna forma) con este relato, no dudaré en disfrutarlo en este mes, que me parece del todo propicio para ello, y cuanto más cerca esté de la noche de Halloween mucho mejor será la expericiencia jaja un abrazo!

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    Respuestas
    1. Pues no te vayas muy lejos! Estamos haciendo todo lo posible por traer un par de relatillos más. :)
      No te lo puedo asegurar, pero seguramente Valdemar tenga algún relato de este señor en recopilatorios, Desgraciadamente, el libro dónde encontré este, pertenece a una colección descatalogada desde hace décadas (Siruela, si no recuerdo mal).

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  2. ¡Hola!
    Tiene muy buena pinta el relato. Las arañas son unas cosas que más me gustan y, aunque así sea, siento que son escalofriantemente interesantes. Espero poder encontrar este relato en algún lado y leerlo con ganas.
    Un saludo. ��

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  3. ¡Hola!
    Tiene muy buena pinta el relato. Las arañas son unas cosas que más me gustan y, aunque así sea, siento que son escalofriantemente interesantes. Espero poder encontrar este relato en algún lado y leerlo con ganas.
    Un saludo. ��

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  4. Es el más famoso relato de Ewers, pero siempre he pensado que "copió" el argumento de un cuento de Erckmann-Chatrian escrito cincuenta años antes: "El ojo invisible o el albergue de los tres ahorcados". Merece la pena compararlos: no falta ni siquiera la araña. Saludos

    http://elespejogotico.blogspot.com.es/2012/05/el-ojo-invisible-erckmann-chatrian.html

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    1. Otras, pues ni idea. Habrá que echarle un vistazo. Gracias por el link ;)

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